sábado, 22 de marzo de 2014

TEJIDO OSEO

                                                         

                         
El tejido óseo es uno de los más resistentes y rígidos del cuerpo humano. Es el constituyente principal del esqueleto, sirve de soporte a las partes blandas y protege órganos vitales, como los contenidos en el cráneo, tórax y columna vertebral. Aloja y protege la médula ósea, generadora de células sanguíneas. Proporciona apoya a los músculos esqueléticos, transformando sus contracciones en movimientos útiles, constituyendo un sistema de palancas que amplía las fuerzas generadas en la contracción muscular.
Además de cumplir estas funciones, los huesos actúan como un depósito de calcio, fosfato y otros iones, almacenándolos o liberándolos de forma controlada para mantener constante su concentración en los líquidos orgánicos (líquido intersticial, sangre y linfa).
El tejido óseo es un tipo especializado de tejido conjuntivo formado por
células y material intercelular calcificado (matriz ósea).

2.2-4.1- Estructura del hueso (Ver Fig.8)

La estructura del hueso puede analizarse considerando las partes de un hueso largo. Los huesos largos son los que tienen mayor longitud que ancho.
Un hueso largo tipo consta de las siguientes partes:
Diáfisis: (dia= a través; physis=crecimiento) el tallo, la porción principal del hueso
Epífisis: (epi=por encima; physis=crecimiento).Las extremidades o extremos del hueso.
Metáfisis: La región de un hueso maduro donde se unen la epífisis y la diáfisis. En un hueso de crecimiento, es la región donde se encuentra la placa epifisaria, en la que el cartílago es sustituido por el hueso.
Cartílago articular: es una fina capa de cartílago hialino que recubre la epífisis en las zonas donde el hueso forma articulación con otro hueso. El cartílago reduce la fricción y absorbe las fuerzas de choque en las articulaciones que se mueven libremente.
Periostio: (peri= alrededor; osteo= hueso) es una membrana que rodea la superficie del hueso sin cubrir al cartílago articular. Está compuesto por dos capas. Una capa fibrosa externa formada por tejido conjuntivo denso no modelado que contiene los vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan por el hueso. La capa osteogénica interna contiene fibras elásticas, vasos sanguíneos y varios tipos de células óseas. El periostio es esencial para el crecimiento en diámetro, la reparación y nutrición del hueso. También sirve como punto de unión para los ligamentos y tendones.
Cavidad medular (o médula): es el espacio del interior de la diáfisis que contiene la médula amarilla grasa de los adultos.
 Endostio: recubre la cavidad medular conteniendo a células osteoprogenitoras.

2.2-4.2. Células del tejido óseo

En el tejido óseo existen cuatro tipo de células: osteprogenitoras (osteogénicas), osteoblastos, osteocitos y osteoclastos
Células osteoprogenitoras: son células especializadas que derivan del mesénquima. Pueden sufrir mitosis y diferenciarse a osteoblastos. Se encuentran en el periostio, endostio y canales del hueso que contienen los vasos sanguíneos.
Osteoblastos: Son las células que sintetizan la parte orgánica (colágeno y glucoproteínas ) de la matriz ósea y participan en la mineralización de la misma. Se disponen siempre en la superficie ósea, lado a lado, en una disposición que recuerda al epitelio simple.
Osteocitos: Son las células maduras del hueso derivadas de los osteoblastos, son las células principales del tejido óseo. Los osteoblastos se encuentran en la superficies del hueso pero a medida que van siendo rodeados por los materiales de la matriz se convierten en osteocitos. Éstos no secretan materiales de la matriz sino que mantienen las actividades cotidianas del tejido óseo como son el intercambio de la sangre de elementos nutritivos y desechos
Osteoclastos: Se desarrollan a partir de los monocitos y su función es destruir el tejido óseo. Los osteoclastos secretan ácido y otras enzimas que atacan a la matriz y liberan calcio. También participan en la eliminación de los restos del tejido óseo que se forman durante la reabsorción del hueso.

2.2-4.3- Calcificación

A diferencia de otros tejidos conjuntivos , la matriz del hueso contiene abundantes sales minerales, sobre todo una forma cristalizada de fosfato tricálcico (CaCO3) y una cierta cantidad de carbonato cálcico. Estas sales cristalizan a medida que se depositan sobre la trama formada por fibras de colágeno de la matriz, y el tejido se endurece. Este proceso se denomina calcificación o mineralización.
Aunque la dureza del hueso depende de las sales minerales inorgánicas cristalizadas, sería muy quebradizo sin las fibras de colágeno. Las sales minerales se acumulan en espacios microscópicos situados entre las fibras de colágeno y después cristalizan y se endurecen.
El hueso no es completamente sólido, sino que tiene muchos espacios entre sus componentes duros. Estos espacios proporcionan canales para los vasos sanguíneos que llevan los elementos nutritivos alas células óseas. Los espacios hacen también que el hueso sea más liviano.
Dependiendo del tamaño y de la distribución de los espacios pueden distinguirse zonas compactos y esponjosas. Observando directamente la superficie de un hueso cortado , se comprueba que está formado por partes sin cavidades visibles, el hueso compacto y por partes con muchas cavidades intercomunicantes, el hueso esponjoso. Esta clasificación no es microscópica y sino histológica ya que el tejido compacto y los tabiques que separan las cavidades del esponjoso tienen la misma estructura histológica básica.

                                                    Tejido óseo compacto
Forma la capa externa de todos los huesos del cuerpo y la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos. El hueso compacto proporciona protección y sostén y ayuda a que los huesos largos resistan la tensión del peso que gravita sobre ellos.
Una diferencia fundamental es que el hueso compacto tiene una estructura en anillos concéntricos, mientras que el hueso esponjoso aparece como un encaje irregular. Los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios del periostio penetran en el hueso compacto a través de conductos perforantes (de Volkmann). Los vasos sanguíneos de estos conductos conectan con los vasos sanguíneos y nervios de la cavidad medular y con los conductos centrales (de Havers). Los conductos centrales corren longitudinalmente por el hueso. Alrededor de los conductos se encuentran las laminillas concéntricas, anillos de matriz dura cristalizada. Entre las laminillas existen pequeños espacios llamados lagunas que contienen los osteocitos.
A partir de las lagunas nacen diminutos conductos que se disponen en forma radial en todas las direcciones (conductillos) y están ocupados por líquido extracelular. En el interior de los conductillos se encuentran las delgadas prolongaciones digitiformes de los osteocitos. Los conductillos conectan unas lagunas con otras y, en último término, con los otros conductos centrales. Por lo tanto existe un intrincado sistema de conductos en miniatura que ocupa todo el hueso. Esta red ramificada de conductillos proporciona muchas vías para que los elementos nutritivos y el oxígeno alcancen a los osteocitos para que los deshechos puedan ser eliminados. Los osteocitos situados en lagunas vecinas tienen canalillos de unión entre ellos lo que facilita el movimiento de materiales entre unas células y otras.
Cada conducto central, con sus laminillas adyacentes , sus lagunas, sus osteocitos y conductillos, forman una osteona (o sistema de Havers). Las osteonas son características del hueso compacto adulto.

Tejido óseo esponjoso
Al contrario que el hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene verdaderas osteonas. Está formado por laminillas dispuestas en un encaje irregular de finas placas de hueso llamadas trabéculas. Los espacios entre las trabéculas de algunos huesos están ocupados por la médula ósea roja productora de células sanguíneas. En el interior de las trabéculas existen osteocitos, situados en lagunas de las que parten conductillos radiales. Los vasos sanguíneos del periostio penetran a través del hueso esponjoso. Los osteocitos de las trabéculas reciben su nutrición directamente de la sangre que circula por las cavidades medulares.


El hueso esponjoso constituye la mayor parte del tejido óseo de los huesos cortos, planos y de forma irregular y de la epífisis de los huesos largos. El hueso esponjoso de los huesos de la pelvis , las costillas, el esternón las vértebras, el cráneo y los extremos de algunos huesos largos es el único reservorio de médula ósea roja y por lo tanto, de hematopoyesis en los adultos.

                                                             

IMAGENES
Fig.1 Tejido conjuntivo laxo.Capa papilar de la dermis
Fig.2- Tejido conjuntivo denso no modelado. Capa reticular de la dermis
Fig.3- Tejido conjuntivo denso modelado. Corte longitudinal de tendones

Fig.4- Tejido adiposo

Fig. 5- Tejido cartilaginoso hialino.
Pericondrio

Fig. 6 - Tejido cartilaginoso
   
 Fig. 7- Cartílago fibroso. Inserción de un tendón en el cartílago del hueso

Fig.8 - Corte de una rodilla de un animal joven, que muestra sus principales componentes.


Fuente : http://www.herrera.unt.edu.ar/

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