Se conoce como lisencefalia a una falla en el desarrollo del cerebro caracterizado por una superficie lisa de la corteza cerebral, asociada también con su engrosamiento y con malformaciones como microcefalia y anormalidades en los riñones, corazón, sistema digestivo y otros órganos. Como consecuencia de esta condición, los portadores son afectados por retraso mental. La lisencefalia está estrechamente ligada con el síndrome de Walker-Warburg y el síndrome Fukuyama, entro otros, aunque también puede manifestarse independientemente de estos trastornos.
La lisencefalia se encuentra dentro de los llamados “trastornos encefálicos”, que son condiciones congénitas causadas por el desarrollo anormal o por daños en el sistema nervioso de gemación o germinación.
Existen múltiples factores que pueden provocar esta serie de dolencias, aunque la mayoría de ellos tienen su origen en alteraciones sucedidas en las primeras etapas del desarrollo del sistema nervioso fetal. Entre las distintas causas podemos encontrar factores hereditarios, genéticos y causas externas como infecciones sufridas por la madre, radiaciones nocivas o medicamentos.
Existen también algunas manifestaciones que resultan de la unión prematura de las suturas craneales.