jueves, 15 de mayo de 2014

Meninges, sistema ventricular e irrigación encefálica.

MENINGES
El sistema nervioso central está recubierto por tres membranas de tejido conjuntivo, las 
meninges: 
Duramadre, la membrana más externa. 
Aracnoides, la membrana intermedia, bajo la duramadre. 
Piamadre, la membrana mas interna en íntimo contacto con la superficie del sistema nervioso 
central.

                                  
Duramadre: es una membrana gruesa formada de tejido conjuntivo denso. La du
ramadre 
raquídea se encuentra en el canal vertebral y encierra en su interior a la médula espinal. El 
espacio entre el periostio del canal vertebral y la duramadre se denomina espacio epidural. 
Contiene tejido conjuntivo laxo, células adiposas y el plexo venoso vertebral interno. La 
superficie interna de la duramadre está revestida por células planas y las fibras de colágeno se 
orientan longitudinalmente. Se observan menos fibras elásticas que en la duramadre cerebral. 
La duramadre cerebral tiene dos capas (una externa o perióstica y una interna o meníngea), las 
cuales están fuertemente unidas en el adulto. Ambas están compuestas de fibras de colágeno y 
fibroblastos. La duramadre perióstica se une laxamente a la cara interna del cráneo. En la base 
del cráneo y en las suturas la unión es más fuerte. Contiene abundantes células y vasos 
sanguíneos y sus fibras de colágeno se agrupan en haces separados. La duramadre meníngea 
tiene sus fibras de colágeno formando una banda casi continua con dirección craneal y posterior 
desde la región frontal. Contiene pequeños vasos sanguíneos y fibroblastos de citoplasma oscuro 
y largas prolongaciones. 
La capa meníngea de la duramadre craneal se repliega formando tabiques que dividen la cavidad 
craneal en compartimentos intercomunicados. La función de estos tabiques es limitar el 
desplazamiento del encéfalo en situaciones de aceleración y desaceleración asociados a los 
movimientos de la cabeza. Estos tabiques son: 
1.- Hoz del cerebro. Lámina semilunar ubicada entre los hemisferios cerebrales. En su extremo 
anterior se inserta en la apófisis crista galli del etmoides. En su extremo posterior se fusiona en 
la línea media con la cara superior de la tienda del cerebelo. El seno sagital superior transcurre a 
lo largo de su margen superior. El seno sagital inferior lo hace en su margen inferior que es libre 
y cóncavo. El seno recto recorre a lo largo de la fusión de la hoz del cerebro con la tienda del 
cerebelo. 
2.- Tienda del cerebelo. Lámina en forma de tienda que cubre al cerebelo, separándolo de los 
lóbulos occipitales del cerebro. En su borde anterior existe una brecha llamada incisura tentorial 
por la cual pasa el mesencéfalo. La inserción ósea de la tienda es en las apófisis clinoides 
posteriores , borde superior del peñasco, y margen del surco para el seno transverso del hueso 
occipital. 3.- Tienda de la hipófisis. Es una pequeña lámina circular horizontal de duramadre que forma el 
techo de la silla turca. Un pequeño orificio en su centro permite el paso del tallo de la hipófisis, 
la cual está localizada en este pequeño compartimento. 
Inervación de la duramadre craneal. Esta está dada por las tres ramas del trigémino, algunas 
ramas de los tres primeros nervios cervicales y ramas del simpático cervical. Algunos autores 
describen también ramas del vago y del glosofaríngeo. En la fosa craneal anterior existen ramos 
de los nervios etmoidales anterior y posterior, en la fosa craneana media ramas de la división 
maxilar ( meníngeo medio) y de la rama mandibular ( espinoso). En la fosa craneana posterior 
ramas meníngeas ascendentes de los primeros nervios cervicales y probablemente de ramas de 
vago y glosofaríngeo. 
Aracnoides: Esta membrana tiene dos componentes. La capa más externa o capa aracnoidea 
está formada por células muy agrupadas, cuyo espacio intercelular es casi nulo y muy abundante 
en uniones estrechas y desmosomas. La porción más interna de la aracnoides está formada por 
células aracnoideas trabeculares. Estas son fibroblastos modificados con largas prolongaciones 
que se unen entre sí y con las células de la capa aracnoidea, formando un entramado laxo que 
conforma ángulo recto con la capa aracnoidea y que atraviesa el espacio subaracnoideo. 
Piamadre: Es una delicada lámina de tejido conjuntivo formada de fibroblastos planos 
modificados que se adosan a la superficie del encéfalo y médula espinal. Estas células tienen 
gran parecido a las células aracnoideas trabeculares. La piamadre contiene gran cantidad de 
vasos sanguíneos y se continúa con su capa peri vascular. Entre las células de la piamadre y el 
tejido nervioso existen pequeñas fibras de colágeno y elastina. Entre las células piales y la 
membrana basal glial de los vasos piales se observan numerosos macrófagos que presentan 
abundante pigmento amarillo en su citoplasma (reacción para demostración de hierro). También 
se encuentran mastocitos y pequeñas agrupaciones de linfocitos en las cercanías de los vasos 
piales. Ambas superficies de la aracnoides, las trabéculas aracnoideas y la superficie interna de 
la piamadre están cubiertas por un epitelio simple plano. 
Los vasos piales y del plexo coroideo poseen una profusa inervación simpática proveniente de 
de los plexos vertebral y carotídeo. 
Espacios Meníngeos: En anatomía y en clínica suele nombrarse un espacio subdural, sin 
embargo, no existe espacio real entre la duramadre y la aracnoides. El espacio subaracnoideo se 
ubica entre la aracnoides y la piamadre. Este es atravesado por las trabéculas aracnoideas y 
contiene el líquido céfalo raquídeo (LCR) . Es estrecho sobre los giros, pero es más profundo en 
los surcos cerebrales y a lo largo de toda la médula espinal. Las regiones en las cuales la 
aracnoides está bastante separada de la piamadre se denominan cisternas y en ellas se observan 
muy unas pocas trabéculas. 

Sistema ventricular 

El sistema ventricular corresponde a una serie de cavidades que se desarrolla en el interior del 
sistema nervioso central, en las cuales se está produciendo y circulando el líquido céfalo 
raquídeo. Estas cavidades están recubiertas por un epitelio ependimario, distinguiéndose: 
1.- Ventrículos laterales. Estos están contenidos en cada hemisferio cerebral, tienen la forma 
de una letra C. Se describe en cada uno de ellos un cuerpo, en relación con el lóbulo parietal; 
una asta anterior en el lóbulo frontal; una asta posterior en el lóbulo occipital y una asta inferior 
en el lóbulo temporal. Cada ventrículo lateral se comunica hacia medial con el tercer ventrículo a través del agujero interventricular o de Monroe. Desde este agujero hacia delante está el asta 
anterior en la cual se describe un techo un piso y una pared medial. El techo está formado por el 
cuerpo calloso (rodilla en el extremo anterior). El piso está formado por la cabeza del núcleo 
caudado y parte del rostrum del cuerpo calloso. La pared medial está formada por el septum 
pellucidum y pilar anterior del fornix. 
Por detrás del agujero interventricular está el cuerpo del ventrículo lateral. En este se describe un 
techo formado por el cuerpo calloso, un piso formado por cuerpo del núcleo caudado, y parte del 
tálamo, también se encuentra aquí el plexo coroideo que se proyecta luego hacia el asta inferior 
y por último una pared medial formada por la parte mas posterior del septum pellucidum. 
El asta posterior está limitada por el cuerpo calloso hacia dorsal y radiación óptica hacia lateral. 
El asta inferior tiene un techo formado por la cola del núcleo caudado, un piso formado, por la 
eminencia colateral y mas medialmente por el hipocampo. 
2.- Tercer ventrículo. Esta es una cavidad única en forma de hendidura situada en la línea 
media entre ambos tálamos e hipotálamos. Está comunicada anteriormente con ambos 
ventrículos laterales y posteriormente con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral. 
En el tercer ventrículo se describe: a) pared lateral formada por el tálamo hacia dorsal y 
posterior y por el hipotálamo hacia ventral y anterior.; b) pared superior o techo formado por 
una capa ependimaria recubriendo a la tela coroidea del tercer ventrículo, de la cual se 
desprenden los plexos coroideos . sobre la tela coroidea está el fornix y el cuerpo calloso; c) 
pared inferior o piso formado desde adelante hacia atrás por quiasma óptico, tuber cinereum e 
infundíbulo y mas posteriormente los cuerpos mamilares, d) pared anterior formada por la 
lámina terminalis y la comisura blanca anterior; e) pared posterior donde se encuentra la entrada 
al acueducto cerebral y sobre esta la comisura blanca posterior y el receso supra-pineal. 
3,- Acueducto cerebral. Es un conducto estrecho de aproximadamente 18 mm. de longitud que 
comunica el tercer con el cuarto ventrículo. 
4.- Cuarto ventrículo. Cavidad situada entre el tronco encefálico y cerebelo. En el se describe 
un techo y un piso. En el techo se encuentra el cerebelo. En la zona mas anterior o superior se 
encuentra el velo medular superior y lateralmente a el los pedúnculos cerebelosos superiores. 
La zona inferior o posterior del techo se encuentra formada por el velo medular inferior, lámina 
delgada formada por un epitelio ependimario revestido por piamadre. Este velo está perforado 
en la línea media formándose el orificio medial o agujero de Magendie que comunica el cuarto 
ventrículo con la cavidad sub aracnoidea de la cisterna magna o cerebelo medular . 
El piso del cuarto ventrículo está formado por la cara posterior del puente y del bulbo raquídeo. 
Es una zona en forma romboidea con un surco en la línea media. A cada lado de este se 
encuentra la eminencia medial, mas lateralmente está el surco limitante homónimo del 
embrionario y más lateralmente aún el área vestibular. En esta zona y por sobre los pedúnculos 
cerebelosos inferiores se encuentra el receso lateral del cuarto ventrículo que se abre a través de 
loa agujeros laterales o de Lushka hacia el espacio subaracnoideo en la región ventral del tronco 
encefálico, específicamente en el ángulo pontocerebeloso. En la región mas caudal de la 
eminencia medial se encuentra el núcleo del nervio abducente, alrededor del cual los axones del 
nervio facial describen una vuelta. Esto se manifiesta como un solevantamiento redondeado 
hacia el piso del ventrículo el cual es denominado eminencia redonda o colículo facial. 
En la zona mas caudal del surco limitante es posible ver el trígono hipogloso y el trígono del 
vago, áreas triangulares que corresponden a los núcleos de los nervios craneanos 
correspondientes. Lateral al trígono vagal y en el borde del piso del cuarto ventrículo se 
encuentra el área postrema. 5.- Conducto central o ependimario. Este conducto se origina en el extremo caudal del cuarto 
ventrículo y se extiende a lo largo del bulbo raquídeo y médula espinal, terminando en el cono 
medular en una zona ligeramente ensanchada denominada ventrículo terminal. 
 El líquido céfalo raquídeo (LCR) es producido en los plexos coroideos de las cavidades 
ventriculares. Una pequeña cantidad se produce en las células ependimarias que recubren las 
cavidades ventriculares. Se sabe que la producción de LCR es un proceso activo que demanda 
gasto de energía. Se sabe que la concentración de electrolitos tales como K, Ca y Mg es 
diferente al encontrado en el plasma sanguíneo. Al LCR se le atribuye una función de protección 
mecánica dado que forma un verdadero colchón hidráulico alrededor y dentro del sistema 
nervioso central. Además permite que los materiales de desecho del metabolismo celular puedan 
ser eliminados , así como también puede distribuir a distancia las hormonas que se producen en 
el hipotálamo y glándula pineal. 
En condiciones normales el LCR circula desde los ventrículos laterales hacia el tercer 
ventrículo, luego acueducto cerebral, cuarto ventrículo, luego desde allí se dirige ya sea hacia el 
conducto ependimario o hacia el espacio subaracnoideo de las cisternas cerebelo medular y 
pontina, recorriendo luego el espacio que rodea a la médula espinal hacia caudal o hacia la 
convexidad de los hemisferios cerebrales. La reabsorción del L CR se realiza en las 
granulaciones aracnoideas que se encuentran en los senos venosos especialmente en el seno 
sagital superior. 

                         

Irrigación encefálica 

El Sistema Nervioso Central del hombre recibe el 20% del débito cardíaco. El flujo es 
transportado al encéfalo por cuatro troncos arteriales: dos arterias carótidas internas y dos 
arterias vertebrales. El cerebro es irrigado por dos tipos de arterias: (1) grandes arterias de 
conducción que se extienden desde la superficie inferior del cerebro hacia las superficies 
laterales de los hemisferios, tronco encefálico y cerebelo (2) las arterias perforantes que se 
originan de las arterias de conducción y penetran al parénquima cerebral para irrigar áreas 
específicas. Existen interconexiones entre las arterias de conducción en el cuello a través de 
ramas musculares y en la base del cerebro a través de los vasos que conforman el polígono de 
Willis. También existen interconexiones entre las arterias de las superficies hemisféricas. El 
tamaño de esta circulación colateral y su capacidad de suplir territorios con obstrucción 
transitoria o permanente del flujo es muy variable. 
Las grandes arterias de conducción se originan a partir del tercer arco aórtico embrionario. La 
arteria carótida interna y sus ramas se desarrollan completamente a partir de este arco; por otro 
lado, la arteria carótida común se desarrolla de la conexión entre las raíces aórticas ventral y 
dorsal del tercer y cuarto arco aórtico, respectivamente. Las arterias vertebrales se originan de 
anastomosis laterales entre arterias intersegmentarias, constituyendo un remanente cervical de 
este sistema arterial que involuciona durante la embriogénesis. El desarrollo del flujo cerebral a 
partir de diversos constituyentes permite una variación significativa del carácter del flujo arterial 
y la existencia de un sistema de anastomosis que asegure el flujo. 
Sistema Carotídeo 
Las arterias carótidas irrigan la porción anterior del cerebro. La arteria carótida común derecha 
se origina a partir del tronco braquiocefálico, mientras la izquierda nace directamente del arco 
aórtico. Estos vasos ascienden por la porción lateral del cuello y se bifurcan a nivel del ángulo 
de la mandíbula, formando las arterias carótidas interna y externa. La arteria carótida interna 
se dirige hacia la porción anterior del cuello sin ramificarse y luego penetra a a través del canal carotídeo en la base del cráneo. Continúa su curso horizontalmente hacia delante a través del 
seno cavernoso y sale en la cara medial de la apófisis clinoides anterior perforando la 
duramadre. Luego, entra al espacio subaracnoideo atravesando la aracnoides y gira hacia atrás 
hasta alcanzar la región de la sustancia perforada anterior en el extremo interno de la cisura 
lateral. Aquí se divide en las arterias cerebrales anterior y media. 
Ramas intracraneales de la Arteria Carótida interna 
(1) arteria oftálmica: Nace inmediatamente fuera del seno cavernoso, tiene 3 a 5 mm de 
longitud, y se dirige hacia delante a través del agujero óptico hasta alcanzar la órbita e irrigar los 
músculos extraoculares y, a través de sus ramas terminales y arterias ciliares posteriores, la 
coroides y la retina. Pequeñas ramas penetrantes irrigan los dos tercios posteriores del nervio 
óptico. Sus ramas terminales irrigan el area frontal del cuero cabelludo, los senos etmoidal y 
frontal y el dorso de la nariz. Existen extensas anastomosis entre la arteria oftálmica y la 
carótida externa en la órbita, siendo lo suficientemente importantes como para formar un 
circuito de circulación colateral que lleve sangre desde la carótida externa a la carótida interna y 
de allí a los hemisferios cerebrales. 
(2) arteria comunicante posterior: Es la segunda rama de la arteria carótida interna. Se dirige 
posteriormente por una corta distancia por encima del nervio oculomotor hasta conectar con la 
arteria cerebral posterior. Es la arteria con mayor cantidad de variantes anatómicas de todas las 
arterias que conforman el polígono de Willis. A veces está ausente o una de ellas es tan pequeña 
que su flujo es de poca relevancia. Constituye la principal interconexión entre el sistema 
circulatorio anterior y posterior del encéfalo. De ella se originan ramas que irrigan el hipotálamo 
y los pedúnculos cerebrales. 
(3) arteria coroidea anterior: Se dirige posterolateralmente cerca de la cintilla óptica, penetra 
al asta inferior del ventrículo lateral y termina en el plexo coroideo. Irriga parte de las 
radiaciones ópticas, porciones variables del hipocampo, parte del núcleo caudado, el brazo 
anterior de la cápsula interna, la amígdala y el globo pálido. 
Posteriormente, la arteria carótida interna se bifurca y origina sus dos ramas principales, las 
arterias cerebrales media y anterior, que irrigan la mayor parte de los hemisferios cerebrales. 
(4) arteria cerebral anterior: Es la rama terminal más pequeña de la arteria carótida interna. Se 
dirigen anteriormente en la cisura interhemisférica por encima del quiasma óptico. Esta arteria 
emite pequeñas ramas que irrigan el quiasma óptico, la hipófisis y el septum pellucidum. Luego 
se dirige hacia arriba y atrás siguiendo al cuerpo calloso, emitiendo un número variable de 
ramas corticales que se extienden en la superficie medial del hemisferio cerebral para irrigar las 
porciones superior, medial y anterior de los lóbulos frontales y la superficie medial de los 
hemisferios cerebrales hasta el rodete del cuerpo calloso. También irrigan una porción de 
corteza de aproximadamente 2,5 cm de ancho en la superficie hemisférica lateral adyacente. 
Debido a que la porción de corteza sensitiva (giro postcentral) y motora (giro precentral) que se 
encuentra en la superficie medial del cerebro corresponde a las extremidades inferiores, la 
oclusión de esta arteria resulta en una parálisis o paresia de la extremidad inferior contralateral 
(hemiplejía o hemiparesia de predominio crural) con grados variables de hipoestesia. Un grupo 
de ramas penetrantes atraviesa la sustancia perforada anterior y ayuda a irrigar parte de los 
núcleos de la base y de la cápsula interna. 
La arteria cerebral anterior emite una rama relativamente grande denominada arteria estriada 
medial (Arteria de Heubner) que penetra al parénquima e irriga la porción anterior de la cápsula 
interna, la porción lateral del núcleo caudado y parte de los núcleos de la base, especialmente el 
putamen. Ambas arterias cerebrales anteriores se conectan a través de la arteria comunicante anterior, que 
suele ser lo suficientemente grande como para ser una importante vía de circulación colateral, 
conectando los sistemas carotídeos de ambos lados (es la arteria conectora anterior del polígono 
de Willis). Ocasionalmente, esta arteria está ausente, y ambas arterias cerebrales anteriores se 
originan de la arteria carótida interna correspondiente sin mayores interconexiones entre ambos 
sistemas carotídeos. 
Las ramas terminales de esta arteria (leptomeníngeas) se interconectan con ramas similares de la 
arteria cerebral media en la superficie lateral de la corteza frontal y en el borde superior de los 
hemisferios cerebrales; estas ramas terminales también se interconectan con ramas similares de 
la arteria cerebral posterior en la región cortical parieto-occipital medial. 
(5) arteria cerebral media: Siguiendo la bifurcación de la carótida interna, esta arteria se dirige 
lateralmente en la base de los hemisferios a través del surco lateral, donde se divide en 2 o 3 
grandes ramas corticales (bifuración o trifurcación de la arteria cerebral media) que 
proporcionan la irrigación para casi toda la superficie lateral de los hemisferios cerebrales, 
exceptuando la estrecha banda irrigada por la arteria cerebral anterior, el polo occipital y la cara 
inferolateral del hemisferio que están irrigados por la arteria cerebral posterior. Antes de 
dividirse, la arteria cerebral media emite alrededor de 20 ramas perforantes que se denominan 
arterias lentículoestriadas, que penetran al parénquima para irrigar la cabeza y cuerpo del 
núcleo caudado, globo pálido, putámen, , una pequeña porción del tálamo y la rodilla y brazo 
posterior de la cápsula interna. 
Existen pequeñas ramas de la cerebral media que irrigan porciones del hipotálamo. Las arterias 
perforantes que emergen de las ramas frontal, temporal y parietal de la cerebral media irrigan la 
corteza cerebral y sustancia blanca adyacente de gran parte de la superficie hemisférica lateral. 
Existen anastomosis de estas ramas perforantes a nivel capilar. Debido a esta distribución, la 
arteria cerebral media irriga la porción de la corteza motora y sensitiva correspondiente a la 
extremidad superior, cara, lengua y parte superior de la extremidad inferior. Por ello, la oclusión 
de esta arteria ocasiona una parálisis o paresia (hemiplejía o hemiparesia faciobraquiocrural de 
predominio braquial) e hipoestesia variable de la hemicara, extremidad superior e inferior 
contralateral. La oclusión de la cerebral media del hemisferio dominante puede causar 
alteraciones del lenguaje (afasia). Por otra parte, la oclusión aguda de la arteria cerebral media 
en su origen casi siempre causa gran déficit motor y sensitivo debido al gran territorio 
comprometido. La oclusión de ramas penetrantes causa una gran variedad de síndromes clínicos, 
los cuales dependen del area que quede isquémica, del tamaño de la arteria ocluida y de la 
presencia de circulación colateral. 
Existen anastomosis entre las ramas leptomeníngeas de la arteria cerebral media con la cerebral 
posterior en la porción posterior de la superficie hemisférica lateral. La porción más 
lateroposterior del lóbulo occipital puede ser irrigado tanto por la arteria cerebral media como 
por la cerebral posterior. 
(6) En la base del cráneo, la arteria carótida interna emite numerosas ramas pequeñas que irrigan 
el nervio trigémino, la hipófisis y el oído medio. 

Fuente: http://escuela.med.puc.cl/paginas/departamentos/anatomia/cursoenlinea/down/irriga.pdf

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