domingo, 23 de febrero de 2014

La verdad sobre las agujetas tras las rutinas de ejercicios de gimnasio intensas



Al comenzar con rutinas de ejercicios de gimnasio seguramente ya te habrás encontrado con cientos de consejos, comentarios, teorías y planes realizados por supuestos profesionales del culturismo y musculación. Muchas afirmaciones de que las que circulan por los gimnasios son consejos que ya fueron descartadas pero siguen pasando de boca en boca. Una de ellas es la idea de que las agujetas son un indicio de que la rutina de culturismo nos está dando resultados.

Se conoce como agujetas a los dolores musculares retardados, es decir, no aparecen durante o inmediatamente después de realizar el entrenamiento de musculación o la actividad física que se realice, sino generalmente al día siguiente. Los dolores suelen ser intensos e impiden moverse con normalidad. Está muy difundida la idea de que las agujetas son una señal inequívoca de que los músculos se están forzando al máximo y eso se ve como algo positivo, sin embargo, un entrenamiento tan excesivo durante mucho tiempo puede llevarnos al sobreentrenamiento.
Antiguamente, se creía que estos dolores aparecían como consecuencia de cristales lácticos que causaban el dolor por pinchar los músculos pero
esto no es cierto, ya que en personas que no son capaces de producir ácido láctico, como los que padecen la enfermedad de McArdle, las agujetas también aparecen tras la práctica de un ejercicio muy intenso o cuando retoman una actividad fuerte luego de un tiempo de no moverse.
Hoy en día se sabe que estos dolores aparecen como una respuesta a un ejercicio mucho más intenso del habitual o cuando se pasa una larga temporada sin actividad física y se comienza con un ejercicio fuerte. Cuando se somete al músculo a un ejercicio al que no está acostumbrado, se producen lesiones musculares muy pequeñas, allí se reúnen metabolitos y esto genera una reacción inflamatoria. Las fibras nerviosas presentes en la zona se irritan como consecuencia del proceso inflamatorio y aparece el dolor.
Es muy común entre los culturistas que crean que los ejercicios de culturismo tan intensos que dejan doliendo el músculo por dos o tres días es lo mejor para obtener más músculo. Sin embargo, esto no es siempre así. Cuando se sobreestimula al músculo en forma constante, llevándolo más allá del límite de su capacidad, no sólo existen un gran riesgo de lesiones sino que también se puede caer en el sobreentrenamiento. El esfuerzo que exige una rutina de musculación tan exigente lleva a bajar el rendimiento y a un estado de agotamiento físico y mental.
La mejor manera de lidiar con las agujetas es realizar un tratamiento antiinflamatorio y continuar con la actividad física a una menor intensidad. Al continuar con las rutinas de ejercicios que se venían haciendo, se aumenta la irrigación sanguínea en la zona y disminuye el dolor.
No es perjudicial si alguna que otra vez tienes agujetas por un esfuerzo extra o cambiar las rutinas de ejercicios por otras a las que no estamos acostumbrados, pero no es recomendable que las tengas tras cada rutina de ejercicios de gimnasio, ya que esto significa que hay algo en tu rutina que no estás haciendo bien.

Fuente : culturismosintonterias.com

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